Las higueras en pleno "apojeo", y cómo no, mi amiga Manoli se ha acordado de nuevo de mí y me ha traído unos deliciosos higos coll de dama, bueníííísimos!!, la verdad que tiene un huerto y árboles frutales que son una envidia.
El caso, es que me trajo una buena cantidad que ya estaban "a punto de caramelo", con el problema que en casa somos dos y solo me gustan a mí... ¡pero alto!, aquí no se desperdicia nada, nada de nada!, cómo hacía mucho que no hacía mermelada, no me lo pensé dos veces, fácilísimo, buenísimo y me envasado al vacío, muy duradero. Así que aquí os traigo la receta.
Os pondré los ingredientes por kilo de higos, para un bote tipo al que veis, me dio para cuatro.
INGREDIENTES
- 1kg. de higos Coll de Dama (peso neto)
- 350gr. de azúcar*
- Zumo de 1/2 limón
*En muchas recetas que he visto, siguen una regla que es que por cada kilo de fruta, medio de azúcar, pero hay que tener muy en cuenta el tipo de fruta; el higo es muy dulce, cosa a tener muy en cuenta, pero siempre irá a gustos.
Se puede utilizar tanto azúcar blanca cómo moreno de caña.
PREPARACIÓN
Previamente...
Pelar y limpiar bien los higos (yo he dejado algunos con piel, siempre limpiándolos bien), ponerlos en un recipiente, añadir el azúcar y dejar macerar 1 hora.
Pasado este tiempo, incorporaremos la fruta macerada en una cacerola y añadiremos el zumo de limón.
Pondremos a fuego y dejaremos a fuego muy lento removiendo con una cuchara de madera a menudo para evitar que se nos pegue en el fondo y espumaremos si fuese necesario.
Los higos son ricos en pectina, una fibra natural presente en plantas y muchas frutas, depende el tipo de fruta tendrá mayor ó menor cantidad; junto con el azúcar y el ácido del limón, nos ayudaremos para formar una textura de gel y así darle el espesor deseado a nuestra mermelada, en este caso no hizo falta añadirle pectina en polvo ni manzana.
Pasados 20 minutos, trituraremos, y comprobaremos el punto de la mermelada. Hay que tener en cuenta que a medida que se enfría, ésta se densifica, así que para ver el punto que deseamos, podemos ó bien ayudarnos de un termómetro sabiendo que la mermelada está en su punto cuándo alcanza una temperatura de unos 105ºC, ó si no disponemos de termómetro, podemos hacerlo de manera mas tradicional cómo hice yo.
Para ello cogeremos un plato y lo meteremos en la nevera hasta que esté bien frío; sacaremos de la nevera y pondremos una cucharadita de nuestra preparación. Si se espesa al contacto con el plato estará al punto. También sabremos que está, si dejamos una pequeña cantidad de mermelada en la nevera, una vez fría, deslizamos con el dedo ó una cucharilla, si se hace una especie de "arruga" también estará lista.
Una vez conseguimos la densidad deseada, pasaremos al envasado. El azúcar además de endulzar nos hace de conservante, aún así, es aconsejable pasteurizar para disminuir microorganismos que puedan deteriorar nuestra mermelada. Yo lo hago de dos posibles maneras:
1- Cogeremos los botes de cristal deseados y esterilizaremos. Para ello pondremos una olla grande de agua a hervir y meteremos los botes abiertos y las tapas sueltas. Pasada media hora, retirar los botes con unas pinzas y colocar sobre un paño boca abajo.
Una vez los tenemos listos, meteremos nuestra preparación caliente y llenaremos los botes hasta arriba, cerraremos fuertemente y colocaremos boca abajo. Dejaremos así hasta que esté totalmente frío. Una vez lo tengamos, deberemos comprobar que el centro de la tapa está dura, será una señal de que el vacío está hecho correctamente.
2- Con los botes ya esterilizados, llenaremos los botes dejando un espacio hasta el borde, de medio cm mas ó menos. Cerrar fuertemente.
Mientras colocar un trapo en el fondo de una olla (esto evitará que choquen los botes entre sí), llenar de agua y colocar los botes; éstos deberán quedar completamente cubiertos.
Llevar a ebullición, y dejar unos 20 minutos.
Pasado este tiempo, dejaremos templar dentro de la misma olla hasta que los podamos coger sin quemarnos, pondremos hacia abajo sobre un paño y dejaremos así hasta que estén totalmente fríos.
Es más la explicación que la complicación que tiene la receta, de verdad que es sencillo y vale la pena; durante tiempo podremos disfrutar en el momento que queramos de unas ricas tostadas, ó hacer un delicioso postre.¡Imaginación al poder!, jeje
¡Que aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario