BUÑUELOS DE VIENTO

Se acerca la época de cuaresma y con ella toda la tradición que conlleva. Yo, cómo no, me acojo a la tradición pero gastronómica, y esto nos lleva a estos dulces tan ligeros y deliciosos. Éstas pequeñitas bolas hechas de masa a base de manteca, harina y huevos, bañadas en anís y azúcar; y que son un auténtico vicio.

El origen de los buñuelos se dice que es árabe. Son dulces tradicionales en varios puntos de España, incluso America, aunque varían en ingredientes y forma dependiendo de la región.
También se pueden encontrar salados; y es que, esta masa sencilla de realizar y con poquitos ingredientes, nos da mucha versatilidad en nuestra cocina de hoy en día.

Aquí en Cataluña se suelen hacer cómo he comentado antes para la época de Cuaresma, cómo en tantos países cristianos; y los podemos encontrar tanto los clásicos, cómo rellenos; ya sea de crema, chantilly, chocolate, etc... Se encuentran por todas partes, y son una tentación a cualquier hora del día; aunque bien es cierto, que por la tarde acompañado de un buen café, una merienda buenísima.

Estas bolitas van fritas en abundante aceite, pero no os paséis en la cantidad de masa que incorporéis, pues doblan su volumen. Cuándo "petan" y se agrietan, es señal que los tenemos practicamente a puntito; justo para sacar y colocar sobre papel absorvente, pincelar de anís y azucarar. Son súper ligeros.

La receta de éstos buñuelos las he realizado con la fórmula "choux", con la cual también podemos elaborar por ejemplo lionesas, eso sí, habría que variar la cantidad de huevos.

El paso a paso, junto con todos los ingredientes, los podréis encontrar aquí. Un post que ya publiqué en su día, pero que cada año repito, pues triunfan seguro.

Si no los habéis hecho nunca, os animo, pues con esta cantidad, salen bastantes buñuelos, y no necesitarás emplear mucho tiempo.